Hace mucho tiempo llegué a una conclusión, todo esto gracias a mis vivencias, a mi observación y a mí decisión.
No estoy pidiendo opiniones, y no voy a cambiar mi pensar sólo porque te resulte difícil de entender.
La familia para mí es cualquier persona que te ame: sin condiciones, sin esperar nada a cambio, sin querer cambiarte, sin criticarte a tus espaldas, sin traicionarte, sin abusar de ti. Es alguien que se preocupa por ti, que es bueno contigo, que te da lo que puede sin esperar nada a cambio, quien está para escucharte.
Estas son en su mayoría las personas con las que crecí viviendo en la misma casa. Más otras personas que he conocido en el trayecto de mi vida. Y no estoy diciendo que sean los humanos perfectos, pero cuando nos hemos herido siempre de una u otra forma sabemos pedir perdón y perdonar. Todos somos diferentes y por lo tanto no siempre estamos de acuerdo.
No todo el que lleva mi sangre es familia, ni toda mi familia lleva mi sangre. Tengo amigos que son familia, y personas que llevan mi sangre que no son mis amigos. Para mí es muy fácil, si no te considero familia eres cualquier otro conocido, sin privilegios, sin considerarte más importante que nadie. Te juzgo por tus acciones, como a todos, como a mí misma, y me alejo de ti si me has herido y no te ha importado, o si has herido a mi familia también, porque no puedes tener mi respeto si tú no has respetado a mis seres queridos.
El respeto se gana, no es cuestión de edad. Yo seré respetuosa siempre que tú lo seas y si no lo eres me alejaré porque yo no soy como tú.
Me gusta mi vida pues me rodeo de gente a la que admiro, a la que quiero y respeto.
La vida es para disfrutarla, quieran y quiéranse.
Bienvenido a mi mente 