Para mi crecer no significa hacerse viejo, sino aprender a conocerse. Es sentirse confundido y desorientado y no huir de los sentimientos sino enfrentarlos. Es tomarte el tiempo contigo mismo, a solas, preguntarte que es lo que te pasa, que te ha causado tanto dolor para llegar a hacer cosas con las que no estás de acuerdo. Es pedirse perdón y curarse las heridas. No es darle vuelta a la página y tratar de olvidar, si no aprender las lecciones que tenemos que aprender. Tampoco es responsabilizar a los demás de nuestra infelicidad, si no ser valiente y reconocer que no somos perfectos y que la felicidad depende de nosotros mismos.
Para mi crecer ha sido escuchar a mis padres y entender cuando tratan de explicarme que algo está mal. Ahora entiendo que es difícil poder explicar tus sentimientos, pero así como ellos, entiendo que a veces el dolor se esconde tras la ira.
Afortunadamente los escuché, y aunque no siempre he estado de acuerdo con ellos, los respeto y entiendo el por qué de sus acciones. Cada quien expresa su amor en la forma en que lo ha vivido.
Crecer es limpiarse las lágrimas mientras conduces y llegar a casa con una sonrisa, para después encerrarte en tu cuarto y llorar hasta dormir, o hasta calmarte y pensar con claridad.
Crecer es aceptar que las cosas no siempre tienen sentido, pero que después lo tendrán.
Crecer es aprender a hacer las cosas con miedo, porque la vida es muy corta y el tiempo vuela, y además te das cuenta que nunca dejarás de tener miedo.
